I.
29 de diciembre de 1996. La
Plaza estaba llena, yo tenía ocho años y miraba todo en la televisión desde la
cama con mi madre al lado. Hubo un show de luces que se esfumaron rápido.
Han pasado 20 años. 20 años de
una paz violenta.
Veinte años en que vimos al
obispo tirado en el piso con el cráneo roto tras presentar aquel informe del ángel
moreno.
Vimos a los reclusos jugar
fútbol con una cabeza por pelota.
Vimos a nuestros amigos morir
antes de cumplir 18 años.
Vimos el retorno del General y
las llantas humeando como barricadas en la ciudad.
Vimos a los sicarios que impusieron
la limpieza social como política de Estado en el gobierno de los empresarios.
Vimos a los bancos quebrados.
Vimos gente perderlo todo.
Vimos al país destruirse en el
Mitch, en el Ágatha, en el Stan y a los políticos haciendo campaña sobre los
muertos.
Vimos la sequía. Vimos el
hambre.
Vimos a nuestros padres
cansados. Un país saqueado.
Volvió el otro General, el de
la noche aquella de las luces que se esfumaban en el cielo.
II.
Marzo 2012. Una marcha
campesina llega a la capital como un día lo hicieran los mineros de Ixtahuacán.
Septiembre de 2012. Las
Normales vuelven a salir a las calles a protestar. El Hombre Fuerte del General
reprime con lacrimógenos y piedras.
4 de octubre de 2012. Primera
masacre tras las luces aquellas. Alaska: 6 muertos.
Y vinieron los Estados de
Sitio. El General y su Hombre Fuerte custodiando los feudos mineros.
Otto Pérez Molina, un retorno
históricamente necesario.
Y mientras tanto una chispa silenciosa
empezaba a hacer arder el cáñamo….
23 de mayo de 2013. El General
inaugura el anillo metropolitano, un comunitario lo increpa: “Usted tiene
presión de la gente de Cementos Progreso, de la familia Novella y Torrebiarte,
porque le financiaron su candidatura la vez pasada, esa es la situación.”
III.
Tiempos
interesantes los que nos han tocado a nosotros.
A
nosotros que nos dijeron que era mejor no meterse en política.
A
nosotros que oímos a nuestros padres derrotados hablar de la guerra.
A
nosotros que nos intentaron vedar la historia.
A
nosotros que crecimos frente al televisor viendo nada.
A
nosotros que ahora somos padres.
A
nosotros que se nos acaba el tiempo, que no tenemos mañana, que necesitamos
otro mundo aquí y ahora.
A
nosotros nos toca cerrar un capítulo e iniciar otro aunque el futuro sea
incierto.
El
General fue condenado por Genocidio y aun así el juicio vuelva a repetirse
veinte veces, hay una palabra que aún hace eco desde aquel 10 de mayo:
CULPABLE.
12
años después de aquellas jornadas del 93 la plaza volvió a llenarse. Y también
volvieron a llenarse las otras plazas, las de las cabeceras departamentales. Y
la USAC volvió a acompañar una protesta social, y las universidades privadas
rompieron el mundo de confort del campus.
El
Gabinete del General se cae a pedazos. La número 2 ha sido ligada a proceso.
Las ratas empiezan a abandonar el barco empezando por su ungido para la
sucesión y continuando con su sicario.
Hay
capítulos que se cierran. El partido que nació para botar a Árbenz tiene a su
último bastión en la presidencia y también caerá junto con el General.
Hay
capítulos que se cierran. La caduca izquierda debe desaparecer en el ejercicio
electoral más infame de todos. Debe desaparecer como lo hizo el partido del
Dinosaurio y la hija de aquel debe ser derrotada en las urnas.
Hay
capítulos que se cierran. El signatario de los Acuerdos por parte del Ejército
debe ser depuesto.
Hay
capítulos que se cierran. El CACIF no deber seguir diciendo qué es y qué no es
debido. El paro es un hecho.
IV
Nosotros
nunca hicimos la revolución. Nunca fuimos a la montaña.
Nosotros
nunca pensamos que un día llenaríamos la Plaza, pero lo hicimos.
Estamos
aprendiendo, estamos experimentando.
Experimentando
la libertad que se nos ha vedado. Experimentando el umbral del futuro.
Tendremos
que aprender a construir nuevas formas de vida.
Nuevas
formas de vida que en un mundo hiperconectado nos brinden zonas de refugio.
Nuevas
formas de vida. Rescatar el cuerpo a cuerpo, el valor del contacto, en un mundo
que pretenden reducirnos a cifras.
Por
eso el poder teme al rechazo a las elecciones. El poder no puede lidiar con las
ausencias. Necesita números para justificarse. Necesita rostros y nombres,
sexos, edades.
Nuestro
futuro no pasa por las boletas. Nuestro futuro debe hacerse en la calle, en el
día a día.
No
moriremos por la patria.
Viviremos
para un día crear nuevas banderas y nuevos himnos.
Hoy no empieza el tiempo de paz, hoy empieza la batalla para construir una nueva comunidad.
Habrá que prepararse para el combate armados de ternura.
Hoy no empieza el tiempo de paz, hoy empieza la batalla para construir una nueva comunidad.
Habrá que prepararse para el combate armados de ternura.
Haremos
historia.
Nosotros: el Futuro.
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